Nota de la autora:

Soy una mujer diagnosticada de cáncer de mama hace un año. He pasado y paso MIEDO. Esta palabra es el motivo de muchos de los pensamientos que he ido plasmando sobre papel, el último lo he escrito a vuestro servicio de Psicooncología del Instituto Catalán de Oncología (ICO) que descubrí…

Me gustaría poder sacar todo el MIEDO de mi interior, psicológicamente me están ayudando. Tengo otros miedos que juntos hacen que entre en un elevado estado de estrés e inseguridad. Escuchar y leer relatos de mujeres que pasan o han pasado una situación similar a la mía me ayuda a no sentirme tan diferente como me he sentido y me siento, sin olvidar que el MIEDO continúa…

 

∼ MIEDO ∼

 

Un día despierto y sin más me encuentro sola en un pozo oscuro, frío, en un bucle del que no voy a salir, ¿me está pasando a mí?

No te crees nada…¡Pero es verdad!

El MIEDO, la angustia, el dolor, la inseguridad, la incertidumbre es lo peor del proceso; eres capaz de aguantar las operaciones, las pruebas, leer los resultados, afrontar los tratamientos, pero incapaz de soportar el MIEDO.

Tu cuerpo se inunda de una sensación de dolor y MIEDO incontrolable, no duermes, no comes, quieres estar sola pero tienes MIEDO a la soledad.

Cuando caminas por la calle piensas que todo el mundo te mira, que sabe lo que tienes… Buscas las caras, las expresiones, los detalles en otras personas para saber si pueden estar pasando lo mismo que tú y piensas: ¿tienen MIEDO?

Es un proceso duro, tienes suerte con los profesionales de la medicina que llevan tu caso. Yo, ¡he tenido mucha suerte! Me he sentido protegida. Pero en las pruebas y sus resultados estresantes, en la angustia de las revisiones, el MIEDO está presente, siempre buscando una buena noticia para poder decir: ¡he tenido suerte! Pero también he tenido mala suerte, ha llegado mi enfermedad paralelamente con el proceso de los trámites de mi divorcio, que no ha podido esperar…las bombas han ido cayendo a mi alrededor, sin tocarme de lleno, rozándome, pero sin acabar de hundirme, incluso hubiera deseado en algún momento que alguna me tocase… y, seguidamente, el MIEDO.

He luchado contra la enfermedad, mis familiares cercanos y amistades han estado a mi lado, alguien muy tuyo que está lejos y quieres contigo, no está a tu lado…. Es aquí dónde sabes realmente quién es quién.

¡Eres valiente! Me han dicho… Sí, pero el MIEDO se multiplica cuando sabes que llegarás a casa y encontrarás a tu hija de 16 años que no se separa de ti, que vive contigo situaciones extremas.

He intentado no transmitirle el MIEDO, pero es difícil cuando convives sólo con ella. Me ha ayudado, literalmente, a levantarme cada día y seguir luchando contra el MIEDO. Hemos conseguido crear un vínculo de relación especial madre e hija, de sinceridad y confianza, sin MIEDO.

Necesitas llegar a un hogar y encontrar a alguien que pueda tan solo sentarse a tu lado, sin más. Y esta persona ha sido mi hija. He aprovechado y aprovecho los momentos cuando quiere que vea con ella una peli, cuando me ha pedido que vaya con ella a comprar ropa, llevarla y recogerla del cole, a fiestas, hacerle la comida que le gusta… aprovecho todo al máximo.

Siempre hay alguien por quién luchar. Yo, he luchado y seguiré luchando por ella, para no tener MIEDO a perderme su futuro o al menos parte de él. Mi padre murió de cáncer cuando yo iba a cumplir 16 años.

Tengo MIEDO que mi hija pase por la situación de perder a una persona importante en su vida. Tengo MIEDO a no luchar lo suficiente.

Sueño con la esperanza de leer un día un artículo donde se hable del descubrimiento de un nuevo avance médico para acabar con lo que causa este MIEDO a tantas personas: el cáncer. Hasta hace poco, no podía pronunciar esta palabra, ahora está en mi vocabulario, ha sido difícil, pero ya no tengo tanto MIEDO a pronunciarla.

Estoy aprendiendo a vivir con el cáncer, primero lo he tenido conmigo, dentro de mí, luego detrás de mí, persiguiéndome, incluso he llegado a imaginármelo físicamente… la forma, el color… he llegado a pensar que me estaba volviendo loca… ahora vamos de lado y un día irá lejos de mí y lejos irá también el MIEDO.

3 de noviembre de 2018, hace un año que me encontré con el MIEDO, aún lo escribo en mayúsculas, llegará el día que lo escribiré en minúsculas y puede que llegue a no escribirlo, pero sí, quedará en mi recuerdo.

Olga Álvarez Baixeras

∼  Ser madre, mi ilusión para luchar, ganar y disfrutar de mis dos flores, mis hijas!